Los Verdes dan el visto bueno a la envasadora de agua de Danone con condiciones
Tras conocer el proyecto de mano de representantes de la multinacional, el Grupo Municipal Verde ha recibido con optimismo y prudencia la noticia sobre la construcción de una planta embotelladora de agua mineral en Villena. Su portavoz, Cate Hernández, se ha manifestado a favor de la operación a priori, pero espera a conocer los informes técnicos de los distintos organismos implicados para poder adoptar una postura definitiva. La edil considera que con esta actuación se abre un debate que va más allá de la instalación de esta industria y en el que habrá que profundizar, un debate sobre el uso del agua
Por un lado, Los Verdes se mostraban optimistas porque coinciden con el resto de la Corporación Municipal y los ciudadanos en que Villena necesita diversificar su industria y crear puestos de trabajo. Pero por otro también prudentes, porque estos son los primeros pasos del proyecto y queda mucho camino por recorrer. Durante la reunión que mantuvo la empresa con los partidos de la oposición este miércoles en la que les entregó la misma documentación que al equipo de gobierno les dio a conocer las bondades del proyecto y les permitió aclarar sus dudas. Los Verdes pidieron que la empresa respete en tiempo y forma el largo proceso administrativo que seguirá el proyecto. Asimismo solicitaron que se les permita aportar sugerencias al convenio que se firmará con el Ayuntamiento.
Ahora queda conocer la información que falta: informes de departamentos municipales, de la Conselleria de Territorio, de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), etc. y ver cómo se concretan los compromisos verbales entre la empresa y los regantes, decía Hernández. En este sentido, indicaba que esperan saber cuáles son las 200 ha. de regadío que van a dejar de cultivarse y que se garantice que las extracciones del pozo que Danone va a abrir para los regantes en otra zona del término municipal (también en el acuífero Villena-Beneixama) reduzcan las del pozo del que se nutrirá la embotelladora.
Por otra parte, Hernández se refería a los interrogantes que surgen de esta operación: ¿Con qué autoridad moral pueden seguir exigiendo aportes de otras cuencas para paliar las necesidades hídricas de la comarca quienes están cediendo sus derechos sobre el agua? ¿El cese en la actividad agrícola en esas 200 ha. sienta un precedente para que con el tiempo se pueda variar el uso del suelo agrícola en Villena? ¿Si admitimos que los derechos de concesión se pueden ceder a terceros a cambio de dinero, estamos admitiendo que el agua realmente tiene dueño? ¿Si se acaba con la creencia de que las concesiones de agua son inamovibles, podrían ser los ayuntamientos o la CHJ quienes se queden con las concesiones que están dando beneficios privados?
La concejala se planteaba además que si hemos regado nuestros campos con agua mineral y la población ha usado agua de otros pozos de menos calidad, ¿cómo no hemos aprovechado antes nuestra mayor riqueza en beneficio de la ciudad? Y por último recordaba que además se va a cambiar el uso del suelo, lo que implica recalificaciones urbanísticas que benefician, sobre todo, a los dueños de los terrenos que están calificados como de especial protección agrícola.